La boda de Bea y Juan de celebró en Benavente (Zamora), en el restaurante El Ermitaño, que es donde trabaja Juan.
Comenzamos la boda en el centro de la ciudad, al principio del paseo de la mota, con el maquillaje y peluquería de Bea, y como era viernes, allí coincidimos con un montón de estudiantes que se estaban poniendo de lo más elegante para su fiesta de graduación.
Luego me fui con Bea hasta su casa que era donde iba a vestirse y allí hicimos tiempo hasta que llegaron su madre, su tía, sus primas y amigas, que fueron las que la ayudaron a vestirse para la boda.
Mientras tanto mi compañero Luis estaba con el novio en el hotel Villa de Benavente, que era donde se cambiaba acompañado por amigos y familiares.
Cuando acabaron de vestirse nos adelantamos un poco y nos fuimos a esperarlos al Ermitaño, que ya tenía bastante ambientillo pues los invitados ya estaban esperando la llegada de la pareja.
El primero en llegar fue Juan, que hizo una entrada triunfal subido en la Kawa de un amigo y adornada para la ocasión con lazos y demás.
Un poco después le toco el turno a Bea, pero ella tuvo una llegada un poco más tradicional, en coche y acompañada por el padrino.
En la ceremonia hubo mucho trabajo para los móviles pues hubo parte de la familia de Juan que no pudo desplazarse hasta Benavente para asistir a la boda pero la vio en directo a través del teléfono de su hermana.
Antes del cóctel, como el lugar acompañaba, nos dimos una vuelta por los jardines para hacer unas fotos de la pareja.
En la cena todo fueron risas y fiesta, y una tarta con una presentación espectacular.
De aquí pasamos a la fiesta y aunque Juan parece de poco bailar, los invitados hicieron que no saliera de la pista y que lo diera todo.
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