La boda de Belen y Loren se celebró íntegramente en el complejo de enoturismo de Monte la Reina de la localidad zamorana de Toro.
La fecha elegida por la pareja fue el 29 de abril, y como suele ser habitual por esta zona en ese mes, ese día amenazaba lluvia, pero el tiempo nos dio una tregua y se pudo celebrar la ceremonia al aire libre, entre los olivos, al lado del Castillo.
Como las previsiones daban agua para el resto del día y era jugársela mucho, a la hora del cóctel los encargados de la bodega decidieron que en vez de en la terraza se celebrara en la sala de barricas de la bodega, por si acaso.
Loren es uno de los mejores cortadores de jamón de Zamora, y para su boda se trajo a un compañero suyo, otro artista del corte, y a un pulpeiro, y entre los dos y con las tapas que elaboran para el cóctel los encargados de la cocina de Monte la Reina, nadie se volvió a acordar ni de la lluvia ni del tiempo.
Poco después, en la comida hubo regalos de lo más inesperado, como un salto en paracaídas, y solo hay que ver la cara de Belen y de Loren para ver que si, que los sorprendieron de verdad, aunque hay que decir que los dos se atreven con todo, y que fue la sorpresa, porque os aseguro que no les va a asustar un saltito de nada.
Ya en la fiesta, Belen, Loren y el resto de los invitados, como no podía ser de otra forma, lo dieron todo tanto dentro de parte destinada al baile como en la del photocall o en la zona de terraza, y aunque fue larga a todo el mundo se le hizo corta porque ya sabes que cuando te lo estas pasando bien el tiempo pasa volando.
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