La boda de María y Eduardo se celebró en agosto en Vezdemarbán, un pequeño pueblo de Zamora cercano a Toro.
A María y Eduardo los conocía de una boda anterior, la de Raquel y Alberto, el hermano de Eduardo.
Tengo que decir que a María le encantó organizar su boda y eso se notaba en la cantidad de detalles que había por todos los lados.
Comenzamos la boda en Toro, Zamora, en la peluquería Karlos, con Eduardo y de aquí pasamos a la peluquería Impacto, con María, que fue donde se peinó y maquilló.
Mientras en la calle los termómetros marcaban 40 grados.
Aquí en Toro es donde viven los padres de Eduardo, y allí fue donde se vistió, en su antigua habitación, acompañado por toda su familia.
María también se preparó en la casa de sus padres, en Vezdemarbán, junto a su familia y a sus amigas, que no se quisieron perder ese momento.
La novia hizo el camino desde su casa a la iglesia, que era donde la esperaba Eduardo, a pie, recorriendo gran parte del pueblo, y con un montón de vecinos en la calle que no paraban de decirle lo guapa que estaba.
Tras la ceremonia y después de hacer algunas fotos en los jardines que rodean la iglesia nos fuimos a Peleagonzalo, otro pueblo cercano a Toro, más concreta mente a la finca Maradela, que es donde se celebró el cóctel, la cena, y la fiesta.
Como ya he dicho antes, fue una tarde de mucho calor, por lo que al llegar aquí y estar rodeados de verde por todas las partes, lo agradecimos todos.
En la finca María y Eduardo tenían una pequeña sorpresa, una pareja tocando y cantando en vivo para amenizar el cóctel, y que acabo haciendo que tanto el novio como su padre acabaran cantando con ellos.
Y tras una cena al aire libre llegó el momento de la fiesta y aquí la liaron hasta las tantas y más jeje.
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