Con la boda de Laura y Javi en Ourense, en el Casal de Armán, en O Cotiño, Ribadavia, dimos por terminada la temporada de bodas 2019.
La boda se celebro a mediados de octubre, el día 12, y siendo Galicia, eso es comprar papeletas para que llueva en algún momento, pero no, salió un día perfecto, con calor durante la ceremonia y el coctel, pero sin agobiar, y refrescando por la tarde noche, pero lo justo para estar bien.
Desde el primer momento fue una boda que se veía que iba a ser divertida, y en la que me sentí como un invitado más, porque aunque casi la mitad de la boda eran de Albacete, la ciudad de Javi, casi la otra mitad zamoranos, que es de donde es Laura, y el resto algún gallego junto a otros que por motivos de trabajo residen en Ourense, las ganas de pasárselo bien por parte de todos, hizo que desde el primer momento todo el mundo se mezclara y hubiera un ambiente estupendo.
Esta boda estuvo llena de pequeños detalles que la hicieron grande, como cuando en la ceremonia, en el momento de llevar lo anillos, apareció Noite con un pequeño saquito en el collar. O los músicos, un dúo de guitarra y voz que durante el cóctel hicieron bailar a todo el mundo, y a los que la gente no quería dejar marcharse pidiendo otra y otra cada vez que se despedían. La charanguita de Aliste, que no dejo de animar la comida. El pedazo vídeo que le hicieron los compañeros de peña a Javi. La entrega del ramo de la novia y lo que me hizo llorar. Y así mil cosas más.
En definitiva, una buena boda para acabar la temporada y quedarte con ganas de más para cuando empiece la del 2020.